Enrique Badía Romero

Antes que la generación de autores españoles que pegaron el gran salto a los cómics del “mainstream” estadounidense (Ferry, Larroca, Pacheco, RyP...), hubo dibujantes patrios que hubieron de salvar las distancias que suponían charcos, mares y océanos, llegando a publicar en grandes editoriales del momento (de las que muchas siguen hoy vigentes).

Uno de estos casos es Enric (o Enrique) Badía Romero. Barcelonés de nacimiento, comenzó en esto de dibujar tebeos a la tierna edad de 17 años, allá por su tierra, en editoria

les autóctonas en las que plasmaba su arte (totalmente autodidacta) en cromos, anuncios, revistas (llegando a crear la suya propia, ALEX) y series (Hombres de lucha, Historias de la guerra) durante 11 años hasta que creó unos estudios de dibujo por correo (llegando a contar más de 1000 suscriptores). Llegando a los 60's, Romero edita por países europeos como Inglatera, Italia, Francia y Alemania, incluso cruzando el charco para trabajar en la industria “yankee”.

No es hasta 1970 cuando es contratado en el Reino Unido para dibujar la Modesty Blaise de Peter O'Donnell (sustituyendo a Jim Holdaway durante casi 10

 años). En el 78, deja la serie para centrarse en el personaje de su creación AXA, publicado durante varios años en las página del Daily The SUN (intercalando trabajos para el mercado francés, tales como Rahan). Acaba una época y vuelve, en 1986, a Modesty Blaise hasta que O'Donnell cierra el título en noviembre de 2000. Así mismo, Enrique B. Romero dibujó en 2002, una novela gráfica sobre la espía que se tituló The Dark Angels. Recientemente ha trabajado para 2000AD con sellos como Durham Red o Judge Dredd Magazine.

Firmando indistintamente como Enrique o Enric, eliminando Badía, sustituyéndolo como B. o, simplemente, eliminándolo, manteniendo siempre la regularidad en su segundo apellido, Romero; es un virtuoso del lápiz. De trazo duro, formas sinuosas y hermosa

s mujeres (tanto de rostros como de figuras), su estética roza un expresionismo que conjuga de manera impecable con esa facilidad que posee para la narración gráfica. 

En un tiempo en el que dibujar a Superman era casi impensable, Enrique Badía Romero puso rostro, cuerpo, voz y movimiento a la única mujer que ha rivalizado con Bond.